Es un hecho natural que estar vivo significa sentir dolor. No hay manera de escaparse. Pero a veces la vida te lleva por rumbos con suave césped, con amigables extraños y con todo lo que puedes necesitar. Y asi, igual como estuviste en tu placentera caminata, de un momento a otro, hay veces que la vida te lleva por rumbos con obstáculos a cada paso, cada día te presenta un regalo lleno de dolor.
Y ahora que estoy en estos días y semanas de dolor, un día tras otro, puedo contemplar lo que el sufrimiento significa para mi. O mejor dicho, como realmente reacciono al dolor repetitivo.
Son días como estos, que con concentración científica puedo entender el valioso cofre de paciencia, dignidad, y fortaleza que he conseguido mediante La Meditación De Atención Plena.
Es el poder saber exactamente el segundo que el sufrimiento se genera en mi mente.
Es el saber exactamente donde llevo el sufrimiento en el Cuerpo.
Es el poder estar en el ojo del Tornado, y mantener la calma. De poder entrar en el Refugio que solo me pertenece a mi y tambien a cada humano que alguna vez existió en la Tierra.
En el Sufrimiento puedo encontrar Paz y si mantengo silencio, también puedo encontrar Belleza.
Ana Montero
Instructora de Meditación Mindfulness y Terapista Contemplativa.