Ayer tuve una sesión por Skype con una cliente con la que tengo una relación terapéutica por mas o menos 5 meses. Lo que empezó por un tema de dolor de la perdida de su hija mayor (duelo), se mudó a desentrañar las décadas de abuso de todo tipo a manos de su esposo. A medida que pasaban los meses, brillante y valientemente, esta bella mujer, con mi apoyo y guía iba a arando y oxigenando áreas de su psiquis, alma y cuerpo para exponer a la luz tanto dolor y sufrimiento. Parte del proceso de sanacion e integración, esta la exposición compasiva y aceptación radical de ESO que nos ha herido y hecho llagas callada o tumultuosamente por décadas.

En esta sesión de ayer, nos enfocamos en la conciencia plena de las sensaciones y emociones. En la exploración de la naturaleza de nuestras emociones en el momento que suceden. En vivo y en directo, mientras esta sucediendo! Esto sin lugar a duda es el comienzo oficial del camino espiritual. Somos científicos y exploradores de ese planeta llamado por tu nombre.

Al terminar la meditación guiada con ciertas descargas de sonido, que ayudan mucho, ella, mi cliente-cientifica, abre los ojos y me dice: Me siento, desubicada, de la mejor manera! Me siento libre de la victimización, de la historia, de las cosas que pasaron hoy. Esto es otra cosa!

Lo que ella describe es el estado de transcendencia que sucede cuando ya no te sientes identificado con la narrativa (que me hizo, y por que, no me lo merezco, por que será así, etc). Y cuando se tiene esa pequeña, tambaleante, corta experiencia de transcendencia de la auto-identificacion, las reglas del juego cambia. Eso es el comienzo de la verdadera Sabiduría: Una vista de la Realidad mas clara que antes.

Le explico a mi cliente que esta bien empezar esta terapia contemplativa por que queremos sufrir menos los abusos y heridas a manos de otra persona. Que esta bien, querer tener mas control sobre nuestras emociones, etc. Pero lo que ella había hecho, que esta dentro de un linaje milenario de personas que tomaron la decisión de deconstruirse, liberarse y quizás llegar a la Iluminación, es la verdadera «terapia», la verdadera sanación. Desde esta perspectiva, la terapia no termina en la integración saludable de todos nuestros cuerpos, si no que continua hasta cuando se termina la constante compulsión de generar emociones conflictivas y venenosas (Samsara).

Este es el tan famoso camino espiritual, amigos! Este el comienzo de la verdadera Liberación.

Que no te la cuenten!

Ana Montero
Terapeuta Contemplativa
Educadora y Profesora de Dharma y Ciencia Contemplativa. adamantinehealer@yahoo.com

En Peru Julio y Agosto 2014.