Es saludable recordar que todos, sin excepción alguna, caminamos hacia la Muerte. Todos, chiquitos, grandes, sanos, enfermos vivimos nuestra vida yendo inexorablemente hacia el final de ella, a paso firme y apurado o en una lenta barca.
Lo que nos hace diferentes a los animales, es que con este conocimiento y aceptación, podemos vivir cada momento de nuestras vidas con atención, disfrutando nuestras experiencias (aun las difíciles e incomodas) y ayudando a que los demás se sientan amados y apreciados.
Ana Montero
Instructora de Meditación Mindfulness y Terapista Contemplativa